Alarma social por el Fentanilo

Desde el Centro Terapéutico Valle del Tiétar, situado en la Comunidad de Madrid, hemos considerado importante atender a lo que ya se conoce como la crisis del fentanilo, teniendo en cuenta la alarma social que está generando. El problema con el fentanilo no ha surgido ahora, ya que en España lleva en auge desde 2014. Sin embargo, se le está dando más visibilidad estos últimos meses debido a lo acontecido en EE. UU., de donde todos hemos visto imágenes de personas quietas, ausentes, con el cuerpo contorsionado en las calles a plena luz del día.

El fentanilo, más popularmente conocido como “droga zombie”, es un opiáceo sintético cuyo origen se remonta a los años 60. Se le llama droga zombie debido a los efectos que tiene a nivel muscular, ya que arquea la espalda de la persona hacia delante, al igual que los brazos y la cabeza. El fentanilo fue fabricado con el objetivo de conseguir una sustancia más potente que la morfina y que ofreciera una mayor seguridad, para así utilizarla como medicación postoperatoria, para tratar el dolor intenso o como tratamiento anestésico en cuidados paliativos.

Cuando hablamos del fentanilo, resulta de gran importancia destacar la diferencia entre el de tipo farmacéutico y el fentanilo fabricado de manera ilícita. El farmacéutico es el utilizado a nivel médico como anestésico y se administra a partir de parches transdérmicos o inyecciones generalmente. Por otro lado, el ilegal suele comercializarse en formatos como polvo, frecuentemente mezclado con otras sustancias (cocaína, heroína, metanfetaminas, etc.), en aerosol nasal o en formato líquido.

¿Qué efectos tiene el fentanilo en nuestro cuerpo? Los efectos que tiene en la persona que lo consume consisten en bienestar, aletargamiento, confusión, desconexión del exterior, náuseas y estreñimiento. Además, mientras que la heroína produce placer en todo el cuerpo, con el fentanilo se experimenta más en el cuello y en la cara. Sin embargo, esta sustancia deprime nuestro sistema nervioso central, inhibiendo también las neuronas encargadas de funciones como la respiración, es decir, nuestro cuerpo puede llegar a olvidarse de respirar, lo que supondría la muerte.

“El fentanilo es 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más potente que la heroína”. Esta afirmación ha encabezado los informativos en aquello relativo al fentanilo. Sin embargo, conviene matizarla, ya que la tendencia general al interpretarla suele ser como que el llamado subidón será más potente, lo que lleva a buscar la sustancia, principalmente en aquellas personas que ya consumen otro tipo de drogas. Sin embargo, esta afirmación se refiere a que pueden conseguirse los mismos niveles de euforia con mucha menos cantidad, lo que al mismo tiempo implica que existe una probabilidad mucho más alta de llegar a la sobredosis.

El fentanilo produce tolerancia a un ritmo vertiginoso, lo que lleva a los consumidores a consumirlo de manera más frecuente o a aumentar la cantidad buscando esas sensaciones de la primera vez. En relación a la rapidez de actuación del fentanilo, también se metaboliza más rápido que otras sustancias como la heroína, por lo que los efectos duran menos y la abstinencia aparece antes. Para potenciar los efectos, el fentanilo frecuentemente se mezcla con xilacina (tranquilizante para caballos), lo que también abarata el coste y aumenta la toxicidad de la sustancia. Por ello, en la búsqueda de dichos efectos y teniendo en cuenta la hiperalgesia (dolor generalizado debido a la hiperexcitación de las neuronas que el fentanilo inhibía) que se genera, que lleva a la persona a buscar la sustancia para que deje de doler, se van acumulando las dosis, lo que promueve la depresión respiratoria, y por eso es tan fácil llegar a la sobredosis.

Además, el rápido mecanismo de actuación del fentanilo ocasiona que el consumidor sufra la sobredosis incluso con la jeringa puesta, lo que disminuye enormemente el margen de actuación. En 2021 hubo aproximadamente 70 000 muertes por opioides, sobre todo de fentanilo, en EE. UU. Identificamos la sobredosis a partir de la debilidad respiratoria, la somnolencia y la contracción de las pupilas, seguidas de un paro cardíaco que produce la muerte. ¿Qué hago si creo que alguien está sufriendo una sobredosis? Por supuesto, llamar a emergencias y colocar a la persona de lado, tratando de mantenerla despierta para que no pierda el conocimiento. Además, es conocida la Naloxona como “antídoto” para este tipo de sustancias. Es importante tener en cuenta que la naloxona no es como la metadona, que causa bienestar, sino que genera síndrome de abstinencia, por lo que solo está indicada para evitar las sobredosis, ya que desplaza el fentanilo del cuerpo en cuestión de minutos.

¿Por qué el fentanilo se ha convertido en un problema en los últimos años? Durante el tiempo en que se ha recetado de manera médica para tratar aquellas dolencias en las que estaba indicado, de manera puntual, dicho medicamento ha cumplido su cometido de manera controlada. Sin embargo, hace unos años se generalizó su uso al dolor crónico, lo que ha llevado a que las personas experimenten una adicción hacia ello, ya que, al ser algo crónico, su uso en el tiempo se ha extendido.

España es el quinto país que más fentanilo receta. Sin embargo, para conseguir fentanilo de uso médico no solo es necesario tener una receta, sino que también se pide un visado de inspección realizado por un especialista en Farmacia Hospitalaria. Por ello, se valora que el verdadero peligro para la población radica en la venta de fentanilo ilegal, ya que ni siquiera los propios consumidores saben qué contiene lo que compran e incluso se encuentra mezclado en otras sustancias, como por ejemplo la cocaína, y lo compran sin saber que es fentanilo.

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